El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto. (Lucas 16:19)".

Elijan mi instrucción en lugar de la plata y el conocimiento antes que el oro puro. Pues la sabiduría es mucho más valiosa que los rubíes. Nada de lo que uno pueda desear se compara con ella. (Proverbios 8:10-11, NTV).

"Y Jonatán, hijo de Saúl, fue a donde David en Hores y lo ayudó a encontrar fuerza en Dios. 'No temas', dijo. 'Mi padre Saúl no pondrá la mano sobre ti. Tú serás rey sobre Israel, y yo será el segundo para ti. Incluso mi padre Saúl lo sabe. Los dos hicieron un pacto ante el Señor. Luego Jonatán se fue a su casa, pero David se quedó en Hores (1 Samuel 23: 16-18) ".

“Entonces pensé: 'A esto apelaré: los años en que el Altísimo extendió su mano derecha. Me acordaré de las obras del Señor; sí, recordaré tus milagros de antaño. Consideraré todas tus obras. y medita en todas tus maravillas (Salmo 77: 10-12)”.

“¿No volverás a darnos nueva vida, para que tu pueblo se alegre en ti? Muéstranos, SEÑOR, tu amor inagotable, y concédenos tu salvación”. (Salmo 85: 6-7)

"No te acuerdes de las cosas pasadas, ni consideres las cosas de antaño. He aquí, hago una cosa nueva; ahora brota, ¿no lo percibes? Abriré un camino en el desierto y ríos en el desierto" (Isaías 43 : 18-19) ".

"El que da en abundancia, recibe más de lo que dio; pero el que es tacaño, termina en la pobreza. El que es generoso, prospera; el que da a otros, a sí mismo se enriquece." (Proverbios 11: 24-25).

“No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. (I Timoteo 4:12)”.

"Pero aunque Daniel lo supo, se fue a su hogar y se arrodilló como de costumbre en su dormitorio en la planta alta, con sus ventanas abiertas hacia Jerusalén, y oró tres veces al día, tal como siempre lo había hecho, dando gracias a su Dios. (Daniel 6:10) ".

"Sé vivir humildemente y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4: 12-13)".