SEMANA #1: COMUNIDAD
DÍA 3: EL GRAN BAILE
11 DE SEPTIEMBRE DE 2019
Gregorio Nacianceno nació alrededor del 330 DC, durante el reinado del Emperador Romano Constantino, quien se convirtió en cristiano y decretó que ser cristiano ya no era un crimen en el Imperio Romano. Gregorio fue a la escuela en Atenas, con un amigo llamado Basil, quien luego se convertiría en el Obispo de Cesarea así como un importante teólogo conocido como “Basil el Grande”. Gregoria se convirtió también en el Obispo de Sasima y luego Obispo de Constantinopla.
Gregorio, Basil y otro amigo llamado Gregorio de Nissa, se conocían como los Padres de Capadocia. 3 grandes pensadores y escritores. Gregorio Nacianceno es famoso por ser la primera persona en usar la palabra perichoresis para describir la Trinidad.
¿Suena complicado verdad? Pero en realidad no lo es. Perichoresis es una palabra griega que literalmente significa “baile en círculo”. Si alguna vez has visto una boda italiana o griega (entre otras), probablemente has visto perichoresis. Los participantes entrelazan sus brazos o se entrelazan con pañuelos mientras bailan. Esta es la palabra que Gregorio utilizaba para describir la relación entre Dios Padre, Dios Hijo, y el Espíritu Santo. Un baile alegre, de unidad y comunidad. Esto es evidente en la oración de Jesús por sus discípulos en Juan 17:
“No te pido solo por estos discípulos, sino también por todos los que creerán en mí por el mensaje de ellos. Te pido que todos sean uno, así como tú y yo somos uno, es decir, como tú estás en mí, Padre, y yo estoy en ti. Y que ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. Les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno. Yo estoy en ellos, y tú estás en mí. Que gocen de una unidad tan perfecta que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amas tanto como me amas a mí” (Juan 17:20-23 NTV).
Fuimos creados para reflejar la imagen de Dios (Vea Génesis 1:26-27), y la naturaleza de Dios es una de unidad y comunidad. Es anhelo de Dios que todos sus seguidores se unan a este gran baile de unidad. Nuestra tendencia como seres humanos caídos es a huir de Dios, así como Adán y Eva lo hicieron en el Edén (Vea Génesis 3:8). También a huir de las relaciones comunitarias. Pero con la redención viene el llamado a vivir distinto. A vivir mejor. Dios quiere que nos unamos a otros en comunidad , nos acerquemos a Él y otros en grupos pequeños, y reflejar el gran baile en nuestros lazos relacionales con nuestros hermanos en Cristo.
Y como suele suceder en fiestas en donde se baila en círculos, el baile se pone mejor mientras se van añadiendo otros y el círculo se expande para incluir aquellos que no sabían que podían bailar.