SEMANA #1: COMUNIDAD
DÍA 5: LOS UNOS A LOS OTROS
13 DE SEPTIEMBRE DE 2019
Es día de examen en la escuela. Los estudiantes están nerviosos. El maestro distribuye los exámenes mientras les dice: “lean bien las instrucciones y síganlas”.
¿Cuántos estudiantes ignoraron su orden? ¿Cuántos habrán brincado las instrucciones con la intención de terminar más rápido y esto les costó una peor nota? ¿Cuántos de nosotros hacemos lo mismo cuando se trata de obedecer los mandamientos en las Escrituras?
El Nuevo Testamento enfatiza la frase: “los unos a los otros”. En numerosas ocasiones somos instruidos a tratarnos “los unos a los otros” en maneras específicas. Por ejemplo:
Ámense los unos a los otros (Juan 13:34)
Acéptense los unos a los otros (Romanos 15:7)
Respétense y hónrense los unos a los otros (Romanos 12:10)
Vivan en armonía los unos a los otros (Romanos 12:16)
Enséñense los unos a los otros (Romanos 15:14)
Salúdense unos a otros con un beso santo (Romanos 16:16)
Usen la libertad para servirse unos a otros por amor (Gálatas 5:13)
Sean pacientes unos con otros y tolérense las faltas por amor. (Efesios 4:2)
Es más, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo. (Efesios 5:21)
Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él da. (Colosenses 3:16)
Pensemos en maneras de motivarnos unos a otros a realizar actos de amor y buenas acciones. (Hebreos 10:24)
Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros, para que sean sanados. (Santiago 5:16)
Recíbanse unos a otros en sus casas, sin murmurar de nadie. (1 Pedro 4:9)
También somos llamados a ser amables los unos con los otros y a perdonarnos los unos a los otros (Efesios 4:32) y a llevar nuestras cargas los unos a los otros (Gálatas 6:2). Y mucho más.
Algunos de “los unos a los otros” en el Nuevo Testamento hablan de aquellas cosas que no debemos hacernos los unos a los otros. Por ejemplo, Romanos 14:13 nos dice: “Así que dejemos de juzgarnos unos a otros” y Santiago 4:11 dice: “Amados hermanos, no hablen mal los unos de los otros”.
¿Todo suena bien verdad? Así es como los seguidores de Jesús deben vivir? Pero cada uno de los “unos a los otros” se asumen en un contexto social. Es imposible obedecer esos mandatos si no vivimos en comunidad. Y quizás esto era más simple cuando la iglesia primitiva se reunía constantemente en las casas a comer, dialogar, compartir y alabar a Dios.
Hoy día, nuestra comunidad de fe particular es un poco más grande. Nos reunimos en masa dos días a la semana. Para lograr interactuar y desarrollar comunidad podemos unirnos a un grupo pequeño, una clase o un grupo de servicio. En estos escenarios tenemos la oportunidad de conocer gente como nosotros o bien distinta a nosotros. Eso es un gran lugar para aprender a obedecer el mandamiento de Dios de amarnos, aceptarnos, ser pacientes y perdonarnos los unos a los otros.
Tratar de cumplir con “los unos a los otros” que la Biblia nos instruye fuera de un grupo pequeño es cómo tomar un examen sin leer las instrucciones. Puedes evitar ese pequeño esfuerzo al principio y aún hacer algunas cosas bien, pero probablemente no lograrás reflejar el verdadero propósito del proceso. Probablemente estarás menos preparado para la próxima prueba cuando esta llegue.