Carta de Navidad
Es forma de transmitir,
de otra persona un mensaje,
un largo o breve pasaje,
que puede a veces herir.
Podemos también reír,
al decirnos la verdad,
como aquella realidad,
que ya se había anunciado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
En los escritos estaba,
lo anunció cada profeta,
y en los salmos, el poeta,
también lo ratificaba.
Era Emanuel que llegaba,
vestido con humildad,
proclamando la igualdad,
al pobre y al desdichado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
Un día el ángel Gabriel,
a María visitó,
un gran anuncio le dió,
de parte del Dios que es fiel.
Y es que llegaba a Israel,
anunciando la hermandad,
quien quitó la iniquidad,
el Mesías esperado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
Y en una noche serena,
en el campo de Belén,
Dios ratificó el amén,
y un coro cantó una plena.
Hizo añicos la condena,
que provocaba orfandad,
cambiándola en la amistad,
que se había proclamado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
La presencia de animales,
con su peculiar hedor,
no detuvo el gran amor,
del Señor por los mortales.
Vino a erradicar sus males,
junto a la desigualdad,
y aquella debilidad,
del humano encadenado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
Unos humildes pastores,
más tarde, Sabios de Oriente,
se convirtieron en puente,
después de rendirle honores.
Al que destruye temores,
que atrapan la humanidad,
aquel que en su santidad,
fue juzgado y condenado,
Cristo, el logos encarnado,
es carta de Navidad.
En este mundo afligido,
por el Covid diecinueve,
Dios con su gracia remueve,
el dolor del que está herido.
Cambia todo el sin sentido,
y la imposibilidad,
toma la fragilidad,
del que está debilitado,
Cristo, el logos encarnado,
tu carta de Navidad.
©️ Luis Guillermo Montañez Vega
14 de diciembre 2020