Siempre escucho (y creo que otras personas también) con mucho interés y atención, cualquier predicación o estudio sobre las declaraciones de Jesús, iniciadas con YO SOY. Esas frases han sido objeto de estudio y disertaciones por pastores, eruditos y maestros a lo largo de la vida de la iglesia. Y claramente disfrutamos esas enseñanzas que nos revelan ángulos nuevos y significativos sobre la vida de Jesús.
El lector regular de la Biblia sabe que la frase YO SOY, se conecta con la manifestación de Dios a Moisés, cuando se le reveló en el desierto (Éxodo 3), lo llamó y lo comisionó para que liberara a su pueblo cautivo por siglos en Egipto. Después del intercambio verbal entre Dios y él, Moisés, que conocía la corte del faraón, por ser hijo adoptado de la hija de aquel, sabía que su petición al faraón necesitaba fuerza. De otra manera no sería escuchada ni considerada. Eso le lleva a pedirle a quien se le revela y le comisiona, que se identifique claramente, para poder hablar en su nombre. Como respuesta Dios le dice: “Dirás a los israelitas: YO SOY me ha enviado a ustedes”. (Éxodo 3.14 (DHH).
Un salto cuántico en el tiempo nos pone frente a Jesús, quien se identifica con la misma frase (Juan 8.24) para el desmayo religioso de los líderes judíos. El intercambio entre ellos es tan fuerte y nada aceptado por los representantes del aparato religioso, que terminaron con piedras en las manos para lapidarlo. Jesús se escondió y salió del templo. (Juan 8.59 DHH)
Jesús usa varias veces la frase, tan cargada de significado, según lo registra el evangelio de Juan. Declara que es pan de vida, (Jn 6.35-48), luz del mundo, (Jn 8.12, 9.5) buen pastor de las ovejas, (Jn 10. 11-14), puerta del redil, (Jn 10.7), camino, verdad y vida, (Jn.14.6), la resurrección y la vida (Jn.11.25) y la vid verdadera (Jn.15.1-5)
En los próximos mensajes de esta nueva serie, el pastor nos guiará por cada una de esas declaraciones. Estoy seguro, que seremos edificados y disfrutaremos plenamente cada enseñanza. Desde luego, cada frase de Jesús tiene impacto y significado personal para el diario vivir. Jesús no vino a disertar postulados teológicos que se quedarán en las disquisiciones del mundo erudito. Las declaró para mí y para ti. Cada una de ellas tiene relevancia para la vida de a pie (como dicen algunos) y de todos los días.
Estos dichos cobran una marcada relevancia cada mañana, en esta situación de pandemia que nos tomó por sorpresa, que permanece, muy a nuestro pesar y que afecta todas las áreas de nuestra vida.
Cuando Jesús se presenta como el pan de vida (Juan 6.35-48) acababa prácticamente de alimentar a miles que se reunieron para escucharlo. Atendió la necesidad física y se presentó como pan que satisface el hambre de Dios en cada ser humano.
Hoy, vemos largas colas para buscar alimentos, incluyendo en el país de la economía más grande del mundo. La imagen es natural, hasta cierto punto, después de fenómenos atmosféricos, pero muy antinatural cuando no se ve devastación física. Esa entrega de víveres (pan) de parte de la iglesia, como está ocurriendo, le pone un significado inmediato a la declaración de Jesús. Además, nos relaciona de forma directa con la oración modelo para el cristiano que pide el pan de todos los días, en todos los sentidos de la palabra, al padre, en nombre de su hijo Jesús.
Escuchar de la boca de Jesús, que es la luz del mundo (Juan 8.12) y que el que lo sigue tiene vida y nunca andará en oscuridad, es revolucionario. La luz siempre está relacionada a la vida. La tiniebla, por el contrario, se asocia a peligro, incertidumbre y muerte.
En el siglo 21 damos la luz por sentado. No era así en el tiempo de Jesús. Vivimos con las comodidades de la luz material, producida hoy por varios métodos, pero en un contraste marcado, se puede vivir en las tinieblas de veredas oscuras que no conducen a la vida abundante y de calidad que el mismo Jesús provee, al ser humano que lo invita a dirigir y sustentar su vida.
Esta declaración está muy ligada a su presentación como puerta. La dice en el contexto de plantarse a la entrada del redil (lugar donde se guardaban las ovejas) para evitar que extraños malintencionados entraran para robar o hacer daño a las ovejas. Es como decirle al malhechor: “Te tienes que enfrentar a mí porque soy el pastor verdadero de estas ovejas”. Es un hermoso sentido de seguridad.
Me parece muy relevante en este momento. Vivimos empeñados en realizar medidas de salud y seguridad para nuestro bienestar. Y claro está, es muy correcto que lo hagamos, pero la seguridad que nos lanza a la eternidad (donde viviremos finalmente), depende de qué puerta abrimos y por dónde caminamos. Es allí, que cobra pertinencia la presentación de Jesús como puerta que se abre y por la cual podemos entrar a una vida en relación estrecha con él…porque como él también dijo: “YO SOY el camino, la verdad y la vida”. (Juan 14.6)
En conclusión, Jesús es todo lo que tú y yo necesitamos para vivir la vida que agrada a Dios. Vivir así produce beneficios para el trajín diario, con ribetes de eternidad.
¿Cuál de los YO SOY de Jesús te llama más la atención? ¿Por qué? ¿Cómo lo relacionas y aplicas a tu vida?
Luis Guillermo Montañez Vega