Día 27: Elijo la Sencillez [Oración XL]

“No almacenes tesoros aquí en la tierra, donde las polillas se los comen y el óxido los destruye, y donde los ladrones entran y roban. Almacena tus tesoros en el cielo, donde las polillas y el óxido no pueden destruir, y los ladrones no entran a robar. 21 Donde esté tu tesoro, allí estarán también los deseos de tu corazón. (Mateo 6: 19-21, NTV) ".

La pregunta que surge de este texto es muy simple: ¿Dónde está tu corazón? El problema no es lo que tienes, sino lo que haces con lo que tienes. ¿Es para ti o para el reino de Dios y sus propósitos? Alguien dijo una vez: "No hay paquete más pequeño que un hombre envuelto en sí mismo".

Jesús nos recuerda que no necesitamos todas las cosas y experiencias que creemos que tenemos. Cuando solo una cosa importa más, la vida es mucho más simple. Cuando no estamos obligados a gestionar una gran cantidad de cosas, podemos centrar nuestra atención en la misión que tenemos entre manos: la misión de Dios.

Elegir la sencillez nos ayuda a darnos cuenta de que las cosas y las experiencias que acumulamos no son nada cuando Dios no es la fuerza impulsora detrás o el centro de ellas. Ser capaces de concentrar nuestros esfuerzos hacia un objetivo específico es mucho más sencillo cuando estamos desenredados de otras cosas que compiten por nuestra atención y energía.

La sencillez es lo único que reorienta nuestras vidas lo suficiente para que las posesiones puedan disfrutarse genuinamente sin distraernos. Jesús no guardó cosas mientras estuvo aquí; los compartió, se los dio a personas necesitadas y usó lo que tenía para bendecir a otros.


Orar

Soy elegido por Dios y elijo la sencillez. Gracias Señor por invertir tanto en mí y en el mundo en el que vivo. No hay nadie que pueda amarme como tú. Ayúdame a enfocar mis prioridades y mis pensamientos en las cosas celestiales.