Día 30: Elijo la Transformación [Oración XL]

" Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu." (2 Corintios 3:18).

Cuando se trata de transformación, tendemos a querer una “solución rápida”: un libro, una conferencia, un consejero, un encuentro, una liberación milagrosa, un programa, algo que sea efectivo y preferiblemente sin dolor. Pero la transformación rara vez ocurre de la noche a la mañana. Implica entrenamiento, pruebas y tiempo. No hay atajos.

Ocasionalmente, Dios concede una victoria instantánea, pero más a menudo nos guía a través de un proceso que requiere obediencia, fe, disciplina y tiempo. Dios está comprometido a ganar los corazones y desarrollar los corazones y desarrollar el carácter de su pueblo.

Mientras leo las Escrituras y pienso en el Señor Jesús, anhelo ser como Él: humilde, santo, compasivo, rendido a la voluntad de Dios, sensible a los impulsos del Espíritu. Cuando nuestro deseo de ser santos es mayor que nuestra voluntad de permanecer donde estamos, hemos dado un gran paso hacia la transformación espiritual. El proceso del verdadero cambio tiene lugar cuando somos destetados de nuestro amor y adoración a nosotros mismos, el placer y este mundo; y nuestros corazones se vuelven totalmente devotos a Cristo.

El problema es que queremos prevalecer sin pasar por el proceso. Queremos un gran avance sin la batalla.

Orar y esperar un cambio espiritual es inútil si descuidamos los medios que Dios ha provisto para nuestro crecimiento en la gracia. El estudio de la Biblia, la meditación, la adoración, la oración, el ayuno, la responsabilidad y la obediencia son disciplinas que producen una cosecha de justicia en nuestras vidas.

Orar

Soy elegido por Dios y elijo la transformación. Padre Celestial, te agradezco por tu persistente búsqueda de mi transformación. Creo que me amas y tienes mi mejor interés en el corazón. Por favor, revela las cosas que quieres cambiar en mí. Nada está fuera de los límites. Señor, quiero ser todo lo que Tú quieres que sea. Por favor convénceme por Tu Santo Espíritu y configúrame a la imagen de Tu Hijo, Jesús.