Málaga, España
“Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”. Eclesiastés 3: 1
En España, el confinamiento ha sido un tiempo para reflexionar, descubrir o redescubrir las oportunidades que nos da el Señor para hacerse evidente en nuestras vidas y en las vidas de las personas que están a nuestro alrededor. Por ende, ver manifestado su amor, gracia y misericordia.
Por lo tanto, en medio del temor y el caos que ha generado la pandemia, el Señor nos ha dado muchas oportunidades. Entre ellas, la oportunidad y la bendición de comunicar Su paz.: “la paz os dejo, mi paz os doy, yo no os la doy como el mundo la da¨. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo¨, Juan 14:17. Las personas en general somos más receptivas a detenernos y a escuchar palabras de esperanzas en momentos de crisis. Por eso, este es el tiempo de comunicar la paz del Señor.
También, hemos tenido la oportunidad de demostrar el amor de Dios extendiendo una mano amiga al más necesitado. Recibimos un donativo de 6,000 mascarillas por medio de la Iglesia Cristiana China de Málaga y coordinamos su repartición a hospitales, centros de mayores y a hermanos de nuestra iglesia que salen a trabajar en la repartición de alimentos.
Durante este tiempo de confinamiento hemos tenido la oportunidad de demostrar al mundo que somos iglesia, aunque los templos estén cerrados. Hemos predicado y enseñando más que nunca. En medio de la crisis sanitaria, los hogares cristianos se han convertido en centros de estudios y adoración al Altísimo. La iglesia ha estado muy activa fortaleciéndose en la palabra y compartiéndola con amigos y familiares.
Aún en medio de la crisis y la incertidumbre que esta generó, podemos decir que hemos sentido alegría al ver que los vecinos, amigos y conocidos nos escuchan con atención. Inclusive, algunos nos han llamado pidiendo oración. En otro tiempo estas mismas personas eran poco receptivas a escuchar la palabra de Dios.
Pero, en tiempos donde sentimientos de temor, impotencia e incertidumbre se propagan más rápido que el coronavirus, nuestro Señor aparece como la esperanza, el antídoto que cura y la vacuna que previene la enfermedad física y la del alma.
¿Quién dijo que ha habido aburrimiento durante el confinamiento?
En absoluto, nunca hubiéramos imaginado que desde casa pudiéramos trabajar tanto. Preparando estudios bíblicos, conferencias y predicaciones para transmitirlas por Internet. Sobre todo, en medio de un aprendizaje express en informática para poder emitir desde casa. Realmente, todo un desafío. Así que, en tiempos de coronavirus hemos tenido la oportunidad de aprender y crecer.
Además, hemos estado dando consejerías por teléfono, haciendo reuniones por video conferencia, y hasta festejando la boda de una pareja en Galicia. Participamos en una renovación de votos matrimoniales en Málaga, vía online.
Gracias a Dios, poco a poco, los números de contagiados en España están bajando. Se están abriendo los comercios y algunos lugares de culto. Específicamente en Málaga, ya hemos entrado en la fase tres y ya pronto abriremos la iglesia. Damos gracias a Dios por la oportunidad que nos ha brindado de orar, servir, animar, exhortar, edificar y madurar en la fe.
“Gracias Dios, por permitirnos sembrar la semilla de tu palabra en los corazones de muchas personas que están pasando momentos de dificultad. Seguimos orando, perseverando y esperando con entusiasmo el tiempo de la cosecha. Celebramos la esperanza y el amor de nuestro Señor Jesucristo en tiempos del Coronavirus”.
Abraham y Mayra Maldonado
Misioneros en España