19 Herodes murió cuando José todavía estaba en Egipto. Entonces un ángel de Dios se le apareció a José en un sueño 20 y le dijo: «Regresa ahora mismo a Israel, junto con el niño y la madre, porque ya murieron los que querían matar al niño.»
21 José, María y el niño regresaron a Israel. 22 Pero José tuvo miedo de ir a la región de Judea porque supo que Arquelao, el hijo de Herodes, era el nuevo rey allí. Entonces el ángel de Dios le dijo a José que siguiera hasta la región de Galilea.
23 Cuando llegaron allá, se fueron a vivir a un pueblo llamado Nazaret. Así se cumplió lo que Dios había dicho por medio de los profetas: «El Mesías será llamado nazareno» (Mateo 2:19-23 TLA).
¿Has visto tus planes alterados o tu estabilidad tambalearse? ¿Alguna situación cambió tu realidad inesperadamente?
Creo que a todos nos ha pasado en algún momento de nuestras vidas, ya sea por una perdida, una enfermedad, una meta no alcanzada, una pandemia o al igual que a José (Mateo 2:16) por acciones violentas de otras personas que impactaron tu vida.
Estas situaciones pueden empujarnos a espacios o pausas que pueden servirnos como refugios (Mateo 2:13) por un tiempo, pero NO para quedarnos (Mateo 2:20). ¡Debemos regresar a lo que fuimos llamados!
Escuchar obedientemente el mensaje de Dios para nuestra vida nos permite tomar la dirección que nos favorece y podemos tener la seguridad de que seremos respaldados con Su ayuda, fidelidad y gracia.
En Mateo 2:19-21 José es modelo de obediencia. En su situación tan peculiar, una vez más su rápida obediencia fue fundamental para que se cumpliera el plan de Dios. Decidió escuchar el próximo paso del viaje, y llevarlo a cabo. Puedo imaginar a José lleno de esperanza y deseo que todo el que lea esto inicie el año 2022 esperanzado en el mensaje de Dios para su vida.
Nuestra obediencia también es fundamental para el plan de Dios en nuestra vida y en ocasiones en la vida de quienes nos rodean. Tal vez, no conocemos en detalle esos planes, pero podemos estar seguros de que escuchar y obedecer a Dios nos llevará a una nueva esperanza. No siempre es algo instantáneo y no implica que no habrá nuevos desafíos. Pero, ten la seguridad de que Dios no te fallará en bendecir tu lealtad.
En este tiempo de Adviento reflexiona sobre el mensaje de Dios para tu vida, es tiempo de arraigarte en JESÚS nuestra ESPERANZA de paz y bienestar. Confía en Su auxilio, Su fidelidad y decide retomar el propósito de Dios para tu vida. Te ama… escucha Su voz, que Su plan para tu vida será en tu favor.
¡Dios les dirija, nuestra esperanza está en Jesús! Feliz Navidad y Bendecido 2022
Heidi D. Báez Oliveras