Pongamos en acción la Palabra de Dios

“En el principio era el Verbo y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios” (Juan 1: 1)

El verbo es el logo o la palabra.  Para mí es acción. 

El principio era el verbo, gran verdad.  Es el comienzo de todo lo existente y pendiente a existir.  Dios creó todo.  El Verbo fue el comienzo, principio de todo lo existente.  Porque Dios ya sabía todo.  Él hizo que todo fuera hecho.  Dios hizo los cielos y la tierra y el Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros, Cristo Jesús.

Vivió, sufrió y murió por nosotros para, por gracia, perdonar nuestros pecados.  Hoy día el verbo somos los cristianos que debemos vivir como Cristo Jesús.  Nos llamó a vivir conforme a sus enseñanzas, porque Él murió por nosotros.  Nosotros somos la acción que Dios espera que cumplamos luego del gran sacrificio que Él hizo por nuestros pecados.  El principio fue hecho y nosotros debemos continuar con el legado del Verbo, Cristo Jesús.  Muy dentro de cada uno de nosotros sabemos qué hacer.  ¿Por qué no lo hacemos?  ¿Qué esperamos?  ¿Realmente merecemos llamarnos cristianos?  Jesús nos llama a reflexionar para que no nos perdamos en el mundo.  Tenemos muchas tareas, llamados y aunque no lo veamos, nosotros sabemos en nuestro corazón cuan bien o mal cumplimos con nuestro llamado.

No dejemos pasar oportunidades para agradar verdaderamente a nuestro Padre y Señor nuestro.  ¿Cuántas veces nos redarguye nuestro corazón por no hacer, no decir, no movernos hacia lo que es digno?  ¿Siempre actuamos correctamente?  ¿Tenemos cuidado con no herir, no blasfemar, no exagerar, no aceptar lo que no es …?  No nos equivoquemos. 

Oración:

Señor, te damos gracias porque perdonas nuestros pecados.  Ayúdanos a pensar con cuidado nuestras acciones, pensamientos y omisiones de hoy en adelante.  Que podamos ampliar el mundo de los cristianos y demostrar que, haciendo, pensando y actuando con el bien podemos agradarte.  ¡Somos cristianos y permitamos que se note y sobre todo que nosotros mismos así lo sintamos!

Mayra Maldonado Brignoni