“Santiago nos ilumina al indicarnos que la única forma en que nuestras almas pueden ser salvas es sacando fuera y eliminando todo aquello que nos separa de Dios”.
“Jesús entregó su vida en la cruz y resucitó de la muerte, para que la verdad de su Palabra se convierta en el GPS de la vida de los seres humanos y vivamos en paz con Dios y disfrutando de su amor inexplicable”.
“Me dejó su Palabra (la Biblia), la que me enseña cómo debe ser mi manera de vivir; la diferencia entre lo bueno y lo malo. Puedo reconocer y corregir mis faltas. Me redarguye de todo pecado. El SEÑOR renueva mi vida día a día”.
“Durante estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, es nuestra responsabilidad como cristianos dar a conocer la Palabra alentadora de nuestro Padre. Es nuestra responsabilidad amar como Cristo ama, en especial cuando el amor se está disipando”.
“Las Escrituras son indispensables, pues nos traen a una nueva relación con Dios a través de Jesucristo, por el poder del Espíritu Santo. También nos trae a una nueva relación con nosotros, con las demás personas y con la creación”.
“El tiempo de Dios es perfecto, y siempre llega en el momento preciso, ni tarde ni temprano. El tiempo de Dios para nuestras vidas es hoy y ahora; recíbelo, escúchalo y atesóralo. Solo en el Padre tenemos vida y vida eterna juntamente con Él”.