“Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada la cual puede salvar nuestras almas” (Santiago 1:21)
Lumbrera es el tema de una serie de sermones que nuestro pastor Eliezer Ronda, nos ha estado invitando insistentemente a que lo acompañemos. El versículo base de esta serie es “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino”, (Salmo 119:105).
Casualmente, el libro de Santiago se compone de una serie de exhortaciones que sirvieron de lumbrera para el momento histórico en que se encontraba el pueblo judío en aquel momento. Nuestros momentos históricos, ya sea en el plano de la historia del mundo o nuestra propia historia, no están muy lejos de parecernos a esos, y hasta pueden haber hechos que se puedan repetir. Dichas exhortaciones están dirigidas a nuestra conducta pecaminosa. Santiago nos ilumina al indicarnos que la única forma en que nuestras almas pueden ser salvas es sacando fuera y eliminando todo aquello que nos separa de Dios. Nuestra historia personal no tiene porqué repetirse si nos mantenernos sostenidos de las palabras inspiradas por el Espíritu Santo que se encuentra en la Biblia, que nos alumbran y nos muestran el camino por el cual debemos de andar.
La Biblia es la lumbrera que nos recarga, exhortándonos a cambiar el rumbo de nuestras vidas para hacer nuevas historias. En Efesios 4:22 – 24, nos exhorta a que nos despojemos del viejo hombre. En Mateo 26:41 dice que velemos para no caer en tentación. Gálatas 5:24, que crucifiquemos nuestras pasiones; en Juan 5:39 nos invita a Escudriñar las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí”.
Oración: Amantísimo Padre Celestial, gracias por tu Palabra que nos alumbra el camino para que podamos seguir tus pasos con firmeza.
Jeannette M. Morales Sánchez