“Esta es la revelación de Jesucristo, que Dios le dio para mostrar a sus siervos lo que sin demora tiene que suceder. Jesucristo envió a su ángel para dar a conocer la revelación a su siervo Juan” (Apocalipsis 1:1 NVI).
Imagínate esto… Recibes una llamada de una figura pública prominente, pidiendo que le hagas un escrito importante y de carácter urgente sobre un anuncio que debe de hacer a sus seguidores. Lo primero que te puede venir a la mente es, “¿Qué puede ser tan importante que me lo esté pidiendo tan de prisa?” O también puedes pensar, “¿Por qué me escogió para hacer este escrito? Hay otras personas que esta figura podía contactar. ¿Por qué a mi?” A lo mejor te pones un poco ansioso(a) porque sientes que no eres digno (a) de hacerle un escrito a tal figura prominente. Puedes también pensar que no debes de cometer ni un solo error en ese escrito ya que tu reputación también está en la línea.
Así también se debe de haber sentido Juan. Dios le dio una revelación (en inglés, el libro de Apocalipsis se llama “Revelation” que significa revelación) a su hijo Jesucristo y Él envió a su ángel hacia Juan. El ángel le comunicó estas revelaciones tan importantes para que Juan las escribiera (la cual originalmente fue escrito en griego). El libro de Apocalipsis es uno dirigido a las iglesias, o como dice la versión Reina Valera, “iglesias concretas”. El mismo tiene un “alcance general”. Apocalipsis mayormente es visto como un libro algo complejo de entender, mas bien por su simbología, visión e imágenes. Pero a la hora de la verdad, es un libro hermoso y lleno de promesas para aquel que sigue al Padre en espíritu y verdad. Es un libro que trae paz para todo aquel que en ÉL cree.
Durante estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo, es nuestra responsabilidad como cristianos dar a conocer la Palabra alentadora de nuestro Padre. Es nuestra responsabilidad amar como Cristo ama, en especial cuando el amor se está disipando. No es tiempo de afanarse por cosas que sabemos que Dios tiene el control. Es tiempo de evaluar nuestra relación con Jesucristo y afincarnos más a ÉL. Porque a la hora de la verdad, la única forma que en podemos sobrellevar estos tiempos que estamos viviendo es concentrarnos en Cristo y ayudar a otros a poner su mirada en Él. Es tiempo de ser #Lumbrera e iluminar el camino oscuro que se revela en nuestro entorno.
Oración: “Amantísimo Dios y Padre celestial… Te pido que me ayudes a ver con amor y bondad a mi prójimo. Te pido que me perdones si en algún momento te he fallado y no he sido de ejemplo a los demás. Ayúdame a compartir tu Palabra con amor y compasión tal y cual tu Hijo Jesús lo hizo cuando estaba en la tierra. Creo en tus promesas y en lo que has establecido en tu Palabra. Ven Señor Jesús… Ven… Revélame tus enseñanzas, como hiciste con tu siervo Juan… Creo en ti y te amo”. Amén.
Canción para escuchar: “Gloria a Dios” – Jacobo Ramos & Sediento | Álbum: “Bueno”
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