Annie Lugo [Historias de la Cruz]

Me llamo Annie Lugo. Soy ama de casa. Serví seis años como misionera junto a mi familia en Buenos Aires, Argentina. Mi experiencia ha sido con oraciones contestadas en el momento. No digo que es así siempre. Pero sí he tenido varias respuestas.

Una que recuerdo, fue unos meses antes de salir para Buenos Aires. Mi esposo se quedó sin trabajo y necesitaba pagar la factura de energía eléctrica. Recuerdo la cantidad, unos 85 dólares, los cuales, dada las circunstancias, no los teníamos. Llegó la factura y le dije al Señor: "Señor, esto es tu problema, no tenemos el dinero". Dejé la factura encima de la mesa.

Al siguiente día, nos llegan unos hermanos con una compra y con exactamente 85 dólares. Esta experiencia me enseñó que así sería mi vida desde ese momento en adelante. Estaríamos en el campo misionero hasta el presente.

Esto me lleva a confiar. Entregarle cada día y esperar en sus promesas en su tiempo y sobre todo en su provisión de cada día. Ver a Dios en cada detalle, sus cuidados. Como dice su Palabra que, si cuida de las aves, cuidará también de mí.

“Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.”

Eclesiastés 3:11