Mensaje de despedida y agradecimiento

Julianne Bryant

De parte de YouthWorks quiero agradecer a la iglesia Metropolitana por ser el vehículo para realizar tanto trabajo en la comunidad de Puerto Rico y por permitirnos, no solo servir aquí sino también impactar tantas vidas en el nombre de Jesús.  Son muchos los testimonios que han surgido de esta experiencia bella.

A través del verano han entrado por las puertas de este sitio misionero 194 jóvenes y líderes de Grand Rapids, MI, Millsboro, DE, St. Louis, MO, Boston, Massachusetts, Plano, TX, Maudlin, SC, Lawrence, KS, Lima, OH, Garner, NC, Fairbanks, AK, Middleboro, Massachusetts y Westmont, IL.  Las denominaciones representadas son La Iglesia Reformada, Metodista, Unida de Cristo (UCC), Luterana, Católica, Adventista y no denominacional.  Así que ustedes han contribuido a hacer un esfuerzo en unirnos como una sola iglesia y una sola familia en Cristo.

Además de poder trabajar aquí en la iglesia pintando el mural y las rejas del área de estacionamiento, hemos trabajado en las comunidades de Caguas y Cantera, en Barrio Obrero, Punta Salinas, Puente Blanco, en Casa Metropolitana, Academia Cristiana Ramón Marrero, La Perla de Gran Precio, la Iglesia Canaán Defensores de la Fe, y la Iglesia Wesleyana.  Hemos llevado a cabo muchos proyectos.  Sin embargo, el elemento de más importancia para todos los que pasaron por aquí ha sido las relaciones nuevas que se han fomentado al conocer estas comunidades.

El “staff” de YouthWorks quiere decirles que nos hemos sentido muy amadas.  Siempre nos han tratado como familia.  Y por eso estamos muy agradecidas.  Aunque por nuestros compromisos y trabajos aquí se nos hizo difícil aprovecharnos de todas las invitaciones y oportunidades de compartir con ustedes, cuando pudimos hacerlo, nos trataron con tanto amor y cariño.  Ha sido una experiencia increíble y esta iglesia siempre tendrá una parte reservada en la parte más profunda de nuestros corazones.  Para nosotros, el haber sentido el amor puro que hemos encontrado en esta comunidad, nos sirvió como una experiencia tangible de lo que significa ser el cuerpo de Cristo.

 ¡Gracias por todo!