La celebración de los 50 años de matrimonio, se conoce como las bodas de oro. Pero, para un ministerio, 50 años significan esfuerzos, desvelos, oración, lectura de la Palabra, compromiso… y sobre todo, pasión. En todo este tiempo hemos visto la fidelidad de Dios en todo lo que hacemos. Entré a la Agrupación Discípulos en Acción (ADA), cuando apenas tenía 12 años. Hoy, a mis 63 años, pienso que el deseo de pertenecer al grupo fue del Señor. Haber entrado fue unos de los regalos que Dios me dio en la adolescencia. Fue maravilloso ministrar por primera vez junto con mi amiga y hermana del alma Mayra Huertas. Nuestro corazón rebosaba de alegría. Nuestra pasión era compartir la Palabra de Dios con otros. Por fin éramos parte de esa Agrupación que tanto anhelábamos. ¡Qué mucho nos gozábamos cuando ministrábamos! Hoy puedo decir que siento la misma pasión que al principio. Dios se ha hecho real en este ministerio.
Nuestro motivo fue, es y será proclamar las Buenas Nuevas. Nuestros consejeros nunca nos abandonaron y siempre han estado presentes. Hoy, Quique Huertas mora con el Señor pero Fita sigue aún cuidándonos y dando el consejo sabio. Nuestro ministerio fue basado en la oración y la Palabra.
Por la Agrupación han pasado sobre 150 integrantes. Muchos de ellos se movieron a otros ministerios entre los cuales hay pastores y misioneros y otros ya partieron con el Señor. Esto nos hace entender que la Palabra que recibieron encendió la llama en sus corazones para que en la actualidad sean proclamadores de Su Palabra. Siempre viendo la mano de Dios en todo.
Cuando Dios puso en nuestro corazón el pertenecer a la Agrupación, sabía que teníamos diferentes caracteres, diferentes formas de pensar, diferentes dones de cantar. Pero había en nosotros una gran pasión de estar juntos y proclamar Su Palabra. Hoy por hoy muchos de nosotros estamos juntos aún a la distancia. Es grato ver miembros del grupo que ya no pertenecen al Ministerio y cómo comparten todo lo que Dios ha hecho con nosotros.
En todos estos 50 años pude encontrar el amor de mi vida y juntos levantar una familia; servir al Señor con pasión ha sido la mejor decisión que Edwin y yo hemos tomamos. Juntos como familia, hemos experimentado las maravillas y los milagros que Dios ha realizado. Nuestros tres hijos siempre nos acompañaban a ministrar y disfrutaron y aprendieron lo que es la pasión de servir al Señor por medio del cántico y el testimonio. Hoy, ellos sirven en sus respectivas iglesias. En estos años de Ministerio hemos reído juntos, hemos llorado, en ocasiones nos hemos frustrado pero eso no ha impedido que sigamos llevando las Buenas Nuevas de salvación con la misma pasión del principio.
En este tiempo nos estamos preparando para celebrar estos 50 maravillosos años de Ministerio. Queremos compartir nuestra alegría con nuestra iglesia. Ustedes, nuestros amados hermanos que nos han sostenido en oración. Ustedes, que nos han sostenido económicamente cuando hemos tenido viajes misioneros. A ustedes, nuestra amada iglesia, queremos invitarles a esta celebración. Reuniremos a miembros del grupo que ya no están. Un total de 70 voces ministraremos y celebraremos lo que Dios está haciendo en medio nuestro. Amada iglesia, separa el 10 de noviembre de 2019 para que juntos podamos ver Su gloria. Invita a amigos y amigas a este aniversario para declarar a viva voz…
“Ebenezer hasta aquí nos ayudó Jehová”
Por Eunice Pagán de Rodríguez