A pesar de que ha sido una decisión difícil y que prolonga el que no nos podamos reunir en el mismo lugar por el momento, no cancela nuestro entusiasmo por desarrollar nuevas avenidas de encuentro y alcance en la iglesia. Seguiremos fortaleciendo nuestra programación virtual y optimizando las alternativas que hemos desarrollado en este tiempo de distanciamiento físico. Estamos a la expectativa de lo que seguirá siendo el nacimiento de un proyecto virtual extraordinario que tenga como norte el alcance y formación de las vidas con el mensaje de lo que Cristo ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida.
Le sirvo al Dios de salvación
“Hoy vivo agradecida de la salvación que Dios me dio. Fue la base para que yo mantuviera la paz mientras esperaba por mi sanidad. Esa misma fe, la cual está basada en la salvación que Dios me dio, es la que me servirá para enfrentar las próximas experiencias de la vida y sé que, de la misma forma que lo hizo cuando estaba delicada de salud, Él me salvará otra vez”.
Esperanza y consolación
Descansa en la oración y la palabra de Dios
“El poder sentir el acompañamiento del Señor en mi vida cotidiana no surge como un acto de magia, sino que es el resultado de una relación diaria de diálogo sincero y genuino con Él. A este diálogo le llamamos oración y el estudiar en la Biblia sus enseñanzas, promesas y guianzas, es la clave que me lleva a fortalecer mi relación de hija con Él”.