A pesar de que ha sido una decisión difícil y que prolonga el que no nos podamos reunir en el mismo lugar por el momento, no cancela nuestro entusiasmo por desarrollar nuevas avenidas de encuentro y alcance en la iglesia. Seguiremos fortaleciendo nuestra programación virtual y optimizando las alternativas que hemos desarrollado en este tiempo de distanciamiento físico. Estamos a la expectativa de lo que seguirá siendo el nacimiento de un proyecto virtual extraordinario que tenga como norte el alcance y formación de las vidas con el mensaje de lo que Cristo ha hecho y sigue haciendo en nuestra vida.
Respiro en tiempos de sofocación al COVID-19
En estos tiempos de aislamiento necesitamos mas que nunca entender que somos un cuerpo y no una fábrica de prótesis que hace injertos en vez de restaurar el mismo organismo. Nuestro acercamiento al uso de los instrumentos de las plataformas digitales, deben llevarnos a una seria reflexión de como podemos construir puentes de conexión que se relacionen con un mundo afectado por la desesperanza…
La paz transformadora
Vivimos en un mundo caído que nos mantiene caminando temerosamente de una crisis a la otra. Parece que cada mañana nos despertamos con un nuevo peligro. Hemos pasado de un huracán devastador, un proceso de reconstrucción lento, temblores continuos en el sur de la Isla y desconfianza en los procesos de manejo de crisis en el país. A esto se le añade la pandemia de virus, nuevas cepas de gripe, y la continua configuración de una recesión económica en Puerto Rico.
La tensión de ser y hacer comunidad
Mis panitas Nelson Joel y Randy
“Tal vez estás en un momento en que tu vehículo de vida se ha atrofiado y estancado. Quizás necesitas fuerzas para seguir. Cristo es el gran amigo que nos muestra su amor y fidelidad. Nos alimenta cuando perdemos el sustento. Es quien nos saca de las calles sin salida para llegar a la esperanza. La amistad no es un asunto meramente de pasar un tiempo para compartir. Es la afirmación de la fidelidad en la crisis para dejarnos saber que no estamos solos y que hay salida”.
Somos menos y no tenemos miedo
1, 2, 3, Pescao
Tragedia, dolor y esperanza
El espejo del solsticio
Meses atrás, surgió un movimiento masivo de pueblo que lo identifican como el Verano del 19. Ya no es verano. Mas bien es invierno. Ambos eventos caen luego de solsticios que apuntan a cuán cercano o alejado nuestro hemisferio está del sol. Es un nuevo año, mirándonos en el espejo de aquel solsticio. La diferencia del invierno al verano es que la distancia con el sol es mayor y la penumbra es mayor. Es como aquella madrugada del 7 de enero en la que se nos movió el piso.