35 Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: —Pasemos al otro lado (Marcos 4:35). 40 Y les dijo:—¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe? (Marcos 4:40). 28 Pero si por el Espíritu de Dios yo echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a ustedes el reino de Dios (Mateo 12:28).
Y seguimos en cuarentena a causa del coronavirus. Quizás eres unos de los que en este tiempo te ha visitado la ansiedad, soledad e incertidumbre. Puedo decirles que, en mis 64 años, he experimentado todo lo anterior. Sin embargo, en la actualidad, puedo manejar esas barreras de una forma más sabia. Creo que todas las personas navegamos en el mismo mar. Pero lo que nos diferencia es el bote en que navegamos. Muchos optan por apoyarse en su dinero, recursos materiales o intelectuales. Otros, en sus carreras o habilidades. Pregunto: ¿todo lo anterior te ha traído paz, salud, amor, respiro o descanso?
Escogí navegar en el bote que se llama Cristo. Ante nuestras tormentas, Jesucristo nos da el oxígeno que necesitamos. Lo que nos está ahogando está bajo la planta de Sus pies, solo tienes que creer y poner tu confianza en Él. Es aquí donde estriba la fe. Dios solo quiere que lo busques, que le clames y Él intercederá a favor nuestro.
El deseo de Dios es eliminar en ti lo que te impide la plenitud de vida. Es hermoso saber que en Dios están las respuestas a nuestras interrogantes. Él lleva nuestras cargas echando fuera el temor, la soledad, la incertidumbre y la ansiedad. Aprovechemos este tiempo de cuarentena para respirar con Cristo.
En tiempo de batalla piensa en el rostro de Dios y respira paz.
En Cristo somos más que vencedores, respira fuerza y victoria.
Estamos pasando por una gran prueba, pero esta tendrá su fin; Cristo te ayudará a tener perspectiva saludable que traerá cosas positivas; respira esperanza.
Si tienes conocimiento de quién es Cristo y lo necesitas, busca en este tiempo nuevas experiencias con Él por medio de la oración; respira presencia de Dios.
Vamos a vernos como Dios nos ve, respira libertad.
El deseo de Dios es eliminar en ti lo que te impide la plenitud de la vida. Cree en Él y sé fiel, respira vida.
Si sientes que en este tiempo ha flaqueado tu fe, lo que es normal; no temas, recuerda esta prueba del coronavirus es temporal. Dios conoce nuestra circunstancia. Él hará y no nos fallará, respira fe.
¡Así nos ayude Dios!
Nidia Maldonado Green