Vivamos de la Palabra que nos enseña Dios

Jesús le dijo: —¡No! Las Escrituras dicen: “La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4 NTV)

 Jesús le está respondiendo a su tentador que su sustento de vida (física y espiritual) no solo es lo material, lo palpable. No solo es la comida que puede tomar en sus manos y llevar a su boca, acto que todos sabemos que es vital para nuestro bienestar y salud. Jesús nos enseña que nuestra fe no depende de la provisión física que vamos a encontrar en la tierra. Declara que nuestro mayor sustento de vida son las provisiones, las palabras, las promesas que nos da su Padre.

 Planificamos alcanzar muchas metas en nuestras vidas: terminar nuestros estudios para obtener un buen trabajo, conectarnos con una persona especial y en un futuro formar una familia; ahorrar para tener un auto o una casa entre muchas otras cosas que son buenas y parte de nuestro crecimiento como seres humanos. También hay circunstancias o situaciones que pueden llegar a nuestras vidas sin planificarlas: la pérdida de un empleo o de un familiar, una enfermedad o un rompimiento de relación, la incertidumbre o hasta la depresión. 

 Jesús nos enseña que nuestra fe y nuestra confianza en Dios no deben basarse en la posesión de estas cosas. Lograremos alcanzar muchas de estas metas que nos proponemos con la ayuda de Dios. Pero debemos procurar que eso que alcancemos no se convierta en una tentación que nos lleve a confiar en lo que hemos alcanzado por la gracia de nuestro Señor. Tampoco debemos permitir que las situaciones no planificadas que llegan a nuestras vidas nos roben nuestra confianza en Dios. No es fácil, pero reconocer que el Señor es quien provee sustento en nuestros más secos desiertos nos brindará paz, gozo y seguridad.

 Oración:

Señor, te pedimos que así como hiciste con el pueblo de Israel en el desierto, lo hagas con los que pongamos nuestra plena confianza en tu fidelidad y en tus palabras. Ayúdanos a seguir el ejemplo de Cristo y confiemos en tu provisión que llega justo en el momento perfecto. Amén.

Alberto Rodríguez