“Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche” (Salmos 1:2)
Este versículo nos recuerda uno de los más hermosos regalos que nos hizo Dios, el cual fue dejarnos su Palabra. Nos invita también a vivir apegados a ella, a usarla en nuestro diario vivir y a compartirla con otros. Hace poco, mi hijo de 4 años, al salir de la escuela bíblica me dice: “Mamá, la maestra de la iglesia nos dijo que lleváramos la Biblia a la clase la próxima vez”. Eso fue como un balde de agua fría para mí. En el momento fue necesario que yo escuchara eso para caer en cuenta que él no tiene la Biblia en una aplicación del celular. Que él la necesita en sus manos y que nosotros los adultos, tenemos que enseñarle a conocerla y amarla. Es nuestro deber educar a las generaciones que suben y a las personas que no conocen bien a Dios, para que puedan amar su Palabra. A entender que la Biblia es el único libro lleno de verdad y que es nuestra guía y sustento para cada etapa de la vida.
Hay muchas maneras de conectarnos con la Palabra de Dios. Los adultos la tenemos al alcance de nuestro celular en aplicaciones. La tenemos de manera audible. No olvidemos el valor de ese gran libro impreso en nuestras manos. Hoy, te invito a que busques la manera más eficiente para que hagas de la Palabra tu pan de cada día, tu aire, tu prioridad. Dios nos dio su Palabra para gozarnos en ella, encontrar respuestas, verdad y conocer su voluntad para nuestras vidas.
Oración: “Padre amado celestial, gracias porque en tu pensamiento desde los inicios, estuvo darnos todo lo necesario para conectarnos contigo. Ayúdanos a amar tu Palabra, buscar momentos diarios para leerla y poder compartirla con los que no te conocen. Que podamos cumplir a diario el propósito tuyo en nuestras vidas. ¡Amén!
Mayrel González