“Siempre he cumplido sus leyes y mandatos y no mi propia voluntad” (Job 23:12 (DHH))
Cuando pensamos en la palabra “siempre”, sabemos que se trata de algo que no puede detenerse. El diccionario lo define como: sin interrupción, en todas las ocasiones en que es posible o con mucha frecuencia. Cuando Job le dice a sus amigos que siempre ha cumplido las leyes y mandamientos de Dios, lo hace en un momento de desesperación y reflexión. En una situación difícil donde no entiende por qué le está pasando esa crisis. ¿Cuántos de nosotros pudiéramos decir lo mismo en momentos de crisis? Lamentablemente no podemos hacerlo, porque constantemente fallamos en el intento. En ocasiones comenzamos a culpar a Dios de lo que nos está pasando.
Sabemos que la tierra no puede dejar de girar. Si eso ocurriera, sería una catástrofe, causaría mucho daño. Igualmente, cuando no cumplimos con lo que la Palabra nos manda, creamos un desastre para nosotros mismos y nos hacemos daño. Como seguidores de Cristo, tenemos que conocer su Palabra para conocer su voluntad. Debemos hacer lo que nos manda y atesorar sus enseñanzas dentro del corazón y no hacer nuestra voluntad. Así, cuando venga la crisis podemos decir como Job. Tenemos que volver en nuestros pasos y reconocer en qué fallamos y Dios en su misericordia y gracia nos redime.
Oración:
Señor, gracias por estar al lado nuestro, llevándonos por el camino correcto. Ayúdanos a hacer tu voluntad aun en medio de la crisis. Que podamos entender tu Palabra y atesorarla en nuestros corazones.
Celina Laboy