La Biblia nos da esperanza y ánimo

“Las cosas que se escribieron antes, se escribieron para nuestra enseñanza, a fin de que tengamos esperanza por medio de la paciencia y la consolación de las Escrituras” (Romanos 15:4 RVC).

Romanos 15:4 nos explica que podemos estar seguros que lo incluido en las Escrituras desde hace mucho tiempo está escrito para que nos sirva de enseñanza hoy. Nos muestra también que el propósito de la Biblia es darnos esperanza y ánimo mientras esperamos con paciencia hasta que se cumplan las promesas de Dios. Él quiere que la combinación de Su Presencia constante y su cálido y personal consejo a través de la Biblia, llegue a formar nuestro carácter.  Nos mantiene alertas para participar junto a Él del establecimiento de la cultura del Reino de los cielos a nuestro alrededor.  Mientras, colaboramos para restaurar y compartir con otros el estilo de vida del Jardín del Edén, aquí y ahora. Sin embargo, esperar con paciencia a que se cumpla una promesa tiende a ser difícil para todos nosotros. Los seguidores de Jesús a veces son criticados por elegir creer sin evidencia, pero la confianza ciega no es bíblica. Nuestras relaciones giran en torno a la confianza, ya sea que estemos hablando de nuestra relación con Dios o con otros seres humanos, y siempre esa confianza se basará en la evidencia. Dios mismo no espera que tengamos una confianza ciega en Él, sino que nos pide que basemos nuestra fe en la evidencia de Su confiabilidad probada en cada ocasión anterior. Es común que prefiramos confiar en nuestro miedo a los gigantes que habitan nuestra tierra prometida, en lugar de confiar aún más en las promesas que Dios nos ha hecho.  Las Escrituras nos indican que Dios siempre ha demostrado ser fiel y digno de confianza. Él ha probado ser un Dios que se mantiene diciendo la verdad, y en quien podemos depender una y otra vez.

Las personas fieles en la Biblia, han logrado lo que nos parece imposible.  Simplemente, porque se han acostumbrado a practicar lo que me gusta llamar “el Método Científico de Dios”.  Este es: mirar constantemente hacia atrás a los ejemplos de la fidelidad de Dios en el pasado.  Eso es lo que se convierte en la base de su confianza actual. La Biblia también está llena de ejemplos de personas que escogen no confiar en la evidencia que Dios nos ha provisto. Es entonces cuando experimentamos las consecuencias de nuestra decisión: años vagando por el desierto, retrasando la manifestación tangible de esas mismas promesas de Dios que tanto deseamos ver.  Al final, nos damos cuenta de que Dios había sido digno de nuestra confianza desde el principio. En realidad nuestra vida se reduce a dos decisiones diarias básicas: buscamos cada día apasionadamente escoger confiar en Dios y movernos en la dirección de establecer la cultura de Su Reino a nuestro alrededor; o escogemos confiar en nuestros propios planes para ganar seguridad personal y simultáneamente sembrar injusticia, egoísmo, caos, confusión, y un triste exilio de la presencia de Dios. Ahora bien, afortunadamente aquellas ocasiones en que nos encontramos en el exilio sin dirección ni esperanza no necesitan representar el fin de todo. Decide hoy recordar conmigo que podemos confiar nuevamente en que Dios siempre nos ama apasionadamente.  Que se mantendrá siendo fiel a su pacto con nosotros aun cuando seamos infieles y no cumplamos con nuestra parte del trato. Jesús es el máximo cumplimiento de las promesas de Dios.  Es a por medio de Él que Dios demuestra que es digno de confianza, consistente y confiable. Atrévete hoy a considerar a Dios digno de confianza para abrir un camino a seguir, sin importar el obstáculo que tienes enfrente. Te envío un abrazo.

Oración: Amado Dios, te damos gracias porque permaneces a nuestro lado aun en la adversidad. Ayúdanos a confiar en ti sin importar las circunstancias. A seguir tu mirada, confiando que nos llevarás por el camino correcto. Amén.

David Capó