Boletín 29.mayo.22: Vasos de barro

por Pastor Eliezer Ronda

Cada vez que me acuerdo de mi finitud, mis imperfecciones y lo que me falta por crecer, recuerdo el cántico que “yo quiero ser, Señor amante, como el vaso en las manos del alfarero; rompe mi vida y hazla de nuevo, yo quiero ser, yo quiero ser, un vaso nuevo”. A pesar de nosotros mismos, Dios nos ha llamado a vivir nuestro potencial en su voluntad. Sea su voluntad en la iglesia o algún ministerio, sea en el trabajo, en nuestra familia o con nuestras amistades, lo cierto es que Dios ha visto algo en nosotros.

Sin embargo, continuamos pensando en nuestras debilidades, ansiedades y dolores. Esto Dios lo toma en cuenta para que sea de testimonio para su transformación. El apóstol Pablo, en la segunda carta a los corintios (4:7) escribe, “Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la extraordinaria grandeza del poder sea de Dios y no de nosotros”. Nuestra esperanza está clara y segura, que nuestras imperfecciones o tropiezos en el camino lo que muestran es, que somos criaturas y Dios es Creador, que Dios es infinitamente misericordioso y nosotros recipientes de su gracia.

Como vasos de barro, no nos debe amedrentar nuestra finitud o dar miedo nuestra debilidad, al contrario, debemos afirmarnos en que el extraordinario poder y grandeza de Dios nos ayudará a continuar adelante. ¡Somos vasos de barro, útiles para la obra de Dios!