“El permanecer firmes nos requiere que actuemos conforme a la verdad y la justicia. Ambas son atributos (entre muchos otros); que definen a mi Dios, a mi Redentor y Salvador”.
Verdad y justicia
“ La armadura no es el objetivo de la misión, es la bendición provista por Dios para la victoria. Mi responsabilidad en días malos es vivir ceñido con la verdad (Cristo), para dar frutos de justicia para la gloria de Dios. Esta misión se ejecuta con testimonio, manteniéndonos firmes. Porque Jesús prometió estar con nosotros todos los días hasta el fin”.
Jesús anda sobre el mar
Mi seguridad
“Él envió a Su hijo unigénito para que se diera en la cruz del Calvario por cada uno de nosotros por AMOR; entonces yo decido creerle y saber que no importa por lo que esté pasando Él me dará el Respiro de Fe que necesito para seguir hacia adelante teniendo la paz de Él y sabiendo que en Sus manos estaremos seguros”.
!Ay, déjame coger un respiro!
¡Despierto, y ahí estás Señor!
Firme, aun en el dolor
“Dios me llevó a ese lugar a experimentar una especial relación con Él, la cual el apóstol Pedro resume de la forma siguiente: “Y, después de que ustedes hayan sufrido un poco de tiempo, Dios mismo, el Dios de toda gracia que los llamó a su gloria eterna en Cristo, los restaurará y los hará fuertes, firmes y estables””