Reflexión

YO SOY la resurrección: Una puerta de oportunidades

YO SOY la resurrección: Una puerta de oportunidades

“Hoy muero a la indiferencia, al discrimen, al menosprecio, al orgullo, a la envidia y le hecho mano a resurrección de la vida de amor, compasión y misericordia que me ofrece Jesús. Hoy sé, que aunque muera, me abraza la esperanza de que su resurrección es la puerta a nuevas oportunidades”.

La resurrección y la vida   

La resurrección y la vida   

“Cuando Romanos 8:11 dice: “Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros”. Si Cristo no resucitó, tampoco hay resurrección para los muertos en Cristo. Vana sería nuestra esperanza y floja y enclenque nuestra fe. Los cristianos no tenemos que vivir vidas derrotadas con actividades derrotadas. La resurrección es una garantía de que los creyentes podemos y debemos vivir en el presente el Reino de Dios, porque entre nosotros está la viabilidad de ese Reino ya que Él vive en nosotros. Por eso el apóstol Pablo dijo: “Ya no vivo yo, más Cristo vive en mí.” Se pueden vivir vidas resucitadas en obediencia al Evangelio. La resurrección de Cristo es la victoria de Su Iglesia; es la victoria de los Hijos del Nuevo Israel que es Su Iglesia; es la victoria del Señor; es mi victoria; es su victoria. Cristo resucitó para que creyésemos y tuviésemos vidas abundantes y agradables a Dios. El Evangelio del Resucitado es un estilo de vida, un sistema de valores, una experiencia profunda y real. Vivimos porque Cristo vivió; vivimos porque Jesús murió para que tú y yo viviéramos. Vivimos porque el secreto está no en aquel que vive la vida como autómata sino en aquel que sabe vivir la vida en plenitud con Cristo. Donde el enemigo trata de detenerte para que no entres, Dios está por hacer un milagro. Entre más grande el enemigo, más grande es Dios. Entre más grande el infierno, más grande el cielo. Entre más grande la amenaza, más grande el milagro. Vivir una vida resucitada significa vivir vidas bendecidas. La resurrección nos enseña que la palabra final siempre la tiene Dios. La resurrección es la esperanza de los cristianos de un nuevo amanecer”.

Dios sobrepasa todos los obstáculos

Dios sobrepasa todos los obstáculos

“Esta experiencia con mis hijos me llevaba a pensar en las veces que Dios me ha rodeado para cuidar que mis pasos no fallen. De no lograrlo, no me recrimina. Me muestra una vez más Su amor y me deja saber cuán capaz me hizo para alcanzar Su propósito para mí. Dios es fiel, mi Creador, Él es el Buen Pastor”.