Mi nombre es Tania Félix Claudio. Vivo en San Juan. Actualmente estoy desempleada desde el 2017, después del huracán María. Para ese momento, diagnostican a mi madre de cáncer en el endometrio del sistema linfático en etapa tres a punto de metástasis.
Sandra Alicea [Historias de la Cruz]
Hilda Sánchez [Historias de la Cruz]
Me llamo Hilda L. Sánchez viuda de Morales. Soy la madre de cuatro criaturas: Jeannette M. Morales Sánchez, Roxanna E. Morales Sánchez, Juan E. Morales Sánchez y Carmen M. Morales Sánchez. Tengo cuatro nietos y esperando poder ver algún biznieto. Las muchachas me dicen que soy la recepcionista de mí misma, ya que todos mis hijos me llaman y no termino con uno hasta que entra la próxima llamada.
Geñita y Leo [Historias de la Cruz]
Annie Lugo [Historias de la Cruz]
Sonia Robles [Historias de la Cruz]
Hola, mi nombre es Sonia Robles. Durante toda mi vida Dios me ha mostrado que ha sido mi guía desde muy pequeña, incluso desde el vientre de mi madre. Desde que era pequeña, mi mamá me recitaba varios salmos. Recuerdo mucho recitar con ella el Salmo 23 y el Salmo 91. Cada uno de ellos han sido importantes en medio de situaciones que he enfrentado.
Kellian Torres [Historias de la Cruz]
Mi nombre es Kellian Torres, pero la mayoría de las personas prefieren llamarme Kelly porque es más fácil. Soy nacida y criada en la iglesia y aunque me crié en ella no conocí a Dios hasta mis 17 años. Fue en un maratón de 24 horas en el templo en la iglesia pertenecía que decidí preguntarle a Dios por qué me habían hecho daño en mi infancia. Recuerdo que mi familia no tenía paciencia conmigo.
Osvaldo Amador [Historias de la Cruz]
Wilma Oliveras [Historias de la Cruz]
Ignacio Sánchez [Historias de la Cruz]
En el año 2019 acontecieron hechos muy importantes y también muy impactantes en mi vida. Asistí a la Iglesia Discípulos de Cristo Metropolitana donde tantas veces mi querido hermano Rev. Héctor M. Rivera y mi esposa Adly me habían invitado en varias ocasiones, sin que en unas hubiese podido y en otras no me decidía. No obstante, un buen día acudí con mi esposa. Necesitaba la oración por la pena que me embargaba por la pérdida de mi padre, que era mi mejor amigo; y estaba triste, por la salud de mi amada madre que había tenido un derrame.