“El Jesús humano que pronuncia su sed física se hace solidario desde la cruz y desde la resurrección, contigo y conmigo; en nuestra sed espiritual, anímica y social, provocada por un virus, que nos ha impuesto una nueva rutina de vida con dolor y angustia, como compañía”.
El amor que no abandona
Jesús nos envía a ocuparnos del prójimo
La tensión de ser y hacer comunidad
Mis panitas Nelson Joel y Randy
“Tal vez estás en un momento en que tu vehículo de vida se ha atrofiado y estancado. Quizás necesitas fuerzas para seguir. Cristo es el gran amigo que nos muestra su amor y fidelidad. Nos alimenta cuando perdemos el sustento. Es quien nos saca de las calles sin salida para llegar a la esperanza. La amistad no es un asunto meramente de pasar un tiempo para compartir. Es la afirmación de la fidelidad en la crisis para dejarnos saber que no estamos solos y que hay salida”.
Somos menos y no tenemos miedo
1, 2, 3, Pescao
Tragedia, dolor y esperanza
El espejo del solsticio
Meses atrás, surgió un movimiento masivo de pueblo que lo identifican como el Verano del 19. Ya no es verano. Mas bien es invierno. Ambos eventos caen luego de solsticios que apuntan a cuán cercano o alejado nuestro hemisferio está del sol. Es un nuevo año, mirándonos en el espejo de aquel solsticio. La diferencia del invierno al verano es que la distancia con el sol es mayor y la penumbra es mayor. Es como aquella madrugada del 7 de enero en la que se nos movió el piso.