Eliezer Ronda

Anunciemos la esperanza

Anunciemos la esperanza

Puerto Rico vive de manera crucificada con múltiples actas de decreto que destacan las razones por la cuales  hay que morir y terminar en la cruz. Lo gran noticia del evangelio es que el Cristo resucitado también habla y no queda silenciado ante nuestro dolor y necesidad. Cristo también viene a nuestro encuentro y nos dice que tengas confianza y que la paz sea con nuestra tierra. No obstante, esa expresión de paz y fortaleza está enmarcada en un comando de compartir la noticia de la resurrección y lo que eso implica para nosotros como país. Jesús insta a sus seguidores que su resurrección requiere que compartamos la noticia con otros porque ha recibido todo poder y autoridad. 

El envío sin viralizar

El envío sin viralizar

Jesús nos envía a compartir nuestra vida desde nuestras heridas y no desde nuestras garantías de comodidad. El fruto de la paz ocurre en el sembradío de la esperanza en medio del conflicto humano. El llamado a compartir debe ser uno acompañado de sentir con el corazón de Dios.

Mariposas en la barriga

Mariposas en la barriga

Sabemos que estar “enamorado” no necesariamente es amar. Mas bien es ese proceso de infatuación que con pasión irracional nos domina. Si ciertamente no invalidamos que el romance nos lleva al amor, debemos ser cautelosos en no reducir el amor a esas sensaciones. Si tales sensaciones no maduran, se tornan obsesivas y lejos de ser factores de sanidad, se forman en espacios de invasión a la dignidad del otro.