“¡Hoy es un buen día para darle gracias a Dios por Su sacrificio en la cruz! ¡Oh! ¡Cuánto amor se necesitó para llegar hasta mí”.
Un paraíso en la pandemia
Perdón sin fecha de expiración
Respiro en tiempos de sofocación al COVID-19
En estos tiempos de aislamiento necesitamos mas que nunca entender que somos un cuerpo y no una fábrica de prótesis que hace injertos en vez de restaurar el mismo organismo. Nuestro acercamiento al uso de los instrumentos de las plataformas digitales, deben llevarnos a una seria reflexión de como podemos construir puentes de conexión que se relacionen con un mundo afectado por la desesperanza…
El espejo del solsticio
Meses atrás, surgió un movimiento masivo de pueblo que lo identifican como el Verano del 19. Ya no es verano. Mas bien es invierno. Ambos eventos caen luego de solsticios que apuntan a cuán cercano o alejado nuestro hemisferio está del sol. Es un nuevo año, mirándonos en el espejo de aquel solsticio. La diferencia del invierno al verano es que la distancia con el sol es mayor y la penumbra es mayor. Es como aquella madrugada del 7 de enero en la que se nos movió el piso.
Nos toca descansar y confiar
Lo que aprendí gracias al terremoto
Este evento en mi vida me permitió aprender a cuidar mejor de mí misma y a animarme a indagar en cosas que antes no me atrevía. Me permitió acompañar a otros en su propio dolor, y a abrir espacios seguros para que sanen individuos y comunidades. No soy psicóloga ni terapeuta, pero he descubierto que el regalo del acompañamiento, el proceso del sanador herido, puede ser la clave en la resiliencia y el crecimiento postraumático de una persona o comunidad.