“Tal vez tú, que lees hoy esta reflexión, piensas que no cuentas con las herramientas ni los recursos necesarios. Pero te invito que al igual que Pablo, te detengas y busques tu caja de herramientas que es la palabra del Señor, en donde hay grandes recursos que podemos utilizar”.
Pongo mi preocupación en las manos De Dios
¿Qué estoy respirando y qué debo respirar?
Descansa en la oración y la palabra de Dios
“El poder sentir el acompañamiento del Señor en mi vida cotidiana no surge como un acto de magia, sino que es el resultado de una relación diaria de diálogo sincero y genuino con Él. A este diálogo le llamamos oración y el estudiar en la Biblia sus enseñanzas, promesas y guianzas, es la clave que me lleva a fortalecer mi relación de hija con Él”.