Adviento

Lectura día 3: Jesús vino por amor [Escrito por Suhail Gómez]

Lectura día 3: Jesús vino por amor [Escrito por Suhail Gómez]

“Y fue así porque “tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Este es el amor de Adviento. No que nosotros amamos a Dios, sino que Él nos amó primero y envió a su Hijo como sacrificio purificador y reparador para quitar nuestros pecados”.

No te dejes engañar

No te dejes engañar

“Seguir a Dios, muchas veces requiere ignorar la voz de quienes están disfrazados de piedad. Es llevar a cabo el discernimiento de lo que Dios nos quiere llevar a encontrar. En un año que habrá muchas ofertas de gobernanza y promesas en las cuales muchos se autodenominarán escogidos para llevarlas a cabo.  Nos toca no creernos sabios en nuestra propia opinión y buscar donde está la voz de Dios para tu vida”.

¿Qué quieres para el 2020?

¿Qué quieres para el 2020?

“Al comenzar este nuevo año, creo que debemos estar claros que Dios sí quiere hacer cosas nuevas en nuestra vida y dirigirnos a espacios que tal vez no hemos conocido. Sin embargo, nos corresponde tener la actitud correcta para ello”.

El anuncio que no es de campaña

El anuncio que no es de campaña

“Dios está con nosotros. La Navidad nos recuerda que no tenemos que quedarnos en la profundidad de la tristeza. La buena noticia es para todos y eso te incluye a ti. No tengas miedo. Confía. La Navidad no es promesa de campaña. La Navidad es fidelidad de compañía, presencia y alegría”.

Decoración apagada

Decoración apagada

“Allí, donde está oscuro y el miedo es el director de los procesos, surge la buena noticia de que lo que llamamos realidad, puede ser transformado. Cristo ha nacido y con eso, la luz ilumina y puede trasformar lo lúgubre en promesa cumplida. No vivas atemorizado por la oscuridad”.

La interrupción

La interrupción

“Seguir a Cristo con toda probabilidad, supone una interrupción de lo que piensas que es lo correcto y esperado. Lo que parece ser una interrupción, es intervención en realidad y allí Dios hace el milagro de la salvación. Déjate interrumpir por Dios”.

No es uno, son dos

No es uno, son dos

El adviento nos recuerda que Dios nos visita a pesar de nuestra incredulidad en que los torcido se pueda enderezar. Allí en los espacios que ya consideramos que son para otros, pero no para nosotros, surge el camino para ser trazados con la reconciliación.