“Es buen momento para hacer un análisis de todo lo que Dios nos ha provisto a través de todas esas congregaciones y personas que nos han dado la mano y apoyado a través de nuestro caminar”.
“Aquí Jesús nos invita a reflexionar sobre el hecho de que al vivir con Él en nuestro corazón tendremos victoria garantizada desdeel cielo, o en el cielo. Cuando morimos “en Cristo” entramos a lo que el teólogo NT Wright le llama “la vida después de la vida”.
“Ese grito de victoria, “Consumado es”, nos da a conocer que Jesús entendía haber completado el propósito de Dios con su vida, y su muerte. Para él, morir para cumplir la voluntad de Su Padre fue ganancia”.
“El Jesús humano que pronuncia su sed física se hace solidario desde la cruz y desde la resurrección, contigo y conmigo; en nuestra sed espiritual, anímica y social, provocada por un virus, que nos ha impuesto una nueva rutina de vida con dolor y angustia, como compañía”.
“Mujer, hijo, he ahí tu familia, tus vecinos, tus compañeros de trabajo, los gobernantes, los profesionales de la salud, tu comunidad de fe, tu país, tu mundo. Ocúpate de ellos”.
“La promesa realizada desde la cruz resulta una garantía de su fidelidad. Él está presente en todo momento incluyendo en el peor escenario imaginable cuando se nos hace difícil tener esperanza”.
“Jesús nos sigue perdonando. Todavía siglos después, perdona nuestros pecados por gracia, porque no lo merecemos. En este tiempo de quedarnos en casa, todos hemos tenido la oportunidad de reflexionar sobre cosas, que por nuestro ajetreado estilo de vida no pensamos”.