“Hoy vivo agradecida de la salvación que Dios me dio. Fue la base para que yo mantuviera la paz mientras esperaba por mi sanidad. Esa misma fe, la cual está basada en la salvación que Dios me dio, es la que me servirá para enfrentar las próximas experiencias de la vida y sé que, de la misma forma que lo hizo cuando estaba delicada de salud, Él me salvará otra vez”.
Hay un momento para todo
“Aunque ahora mismo estamos en tiempos adversos donde quizás suframos por salud o por situaciones económicas, habrá un momento de prosperidad y otros que quizás no sean tan prósperos. Pero en todos debemos recordar que Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino uno de poder, de amor y de dominio propio”.
Tiempo de coronavirus, tiempo de oportunidades…
¡FIRME, ahora más que nunca!
“Al sacarme de las actividades y de aquellas cosas que consideraba importantes, pude vaciarme de mí y llenarme más de su palabra, entendiendo que, definitivamente debo depender totalmente de Él. Vi en este encierro que crecen y mueren muchas cosas pero que nacen otras mucho mejores. Que la fe está llena de desafíos, dificultades y pruebas”.
La misericordia de Dios nos hace ser firmes
“Especialmente veo una iglesia viviendo una experiencia que me hace repensar. Tenemos que entender bíblicamente lo que es la iglesia y cuál fue y es la intención del Señor al edificar la iglesia. ¿Cuál es esa iglesia que quiere levantar? ¿Cómo será su acercamiento a la sociedad y comunidad en que está? ¿Cómo va a encarnar el amor de Dios y ser relevante?”
Mantenerse firme en el propósito de Dios
Necesitamos ser transformados pero con firmeza
El calzado de la paz
Comparte amor con el evangelio de la paz
“La manera en que vivimos como hijos de Dios debe ser siempre con amor y con justicia. Debemos vivir siempre con integridad y verdad para poder llevar palabra de paz a todo el mundo. Debemos ser siempre luz en medio de cualquier situación. Debemos llevar la paz aun cuando no estemos de acuerdo con algunas situaciones”.
En paz con la voluntad de Dios
“No es hasta que cambiemos nuestro calzado que vamos a estar listos para vivir un evangelio de paz y anunciar la Buena Noticia. Puede que sea difícil, pero aún así te invito a probar la comodidad del calzado de la paz. Cambiará tu manera de pensar y de relacionarte con los demás. Al igual que yo, podrás tomar decisiones sintiendo el abrazo del Señor. Dios te dará su paz y querrás contárselo al mundo entero”.